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Zachary Lechette, un oficial de policía de Gastonia, en Carolina del Norte (Estados Unidos), llevó a cabo algo que la mayoría de la gente nunca hace. El hombre donó órganos en vida no una, sino dos veces, y además lo hizo a completos extraños. Después de donar un riñón en 2015, se sintió obligado a donar un segmento de su hígado este año, ofreciendo así dos regalos de vida que perdurarán en el corazón de esos receptores y sus familias.

“Una tragedia que involucró a un niño me llevó a investigar sobre la donación de órganos en vida”, dijo Lechette. “Después de recopilar información sobre donaciones no directas o altruistas, decidí que quería donar un riñón a cualquiera que lo necesitara”.

Gracias a su investigación personal, Lechette descubrió que muchas personas con insuficiencia renal sufren incontables horas y días atados a una máquina de diálisis, sobreviviendo hasta que puedan recibir un trasplante renal que les salve la vida. También aprendió que los riesgos asociados con la donación de un riñón son relativamente pequeños y que las personas pueden vivir vidas perfectamente normales con solo uno de estos órganos.

“En junio de 2015, en el Hospital de la Universidad de Duke, doné mi riñón izquierdo a un hombre que no conocía”, relató Lechette. “Más tarde lo conocí y me di cuenta de cuánto significaba mi regalo para él. Me enteré de que había estado en diálisis durante varios años. No solo pude ayudarlo a salvar su vida, sino que mi regalo también tuvo un profundo impacto en la calidad de vida que compartió con su familia y amigos”.

Tras la operación y una rápida recuperación de seis semanas, Lechette pudo volver a sus actividades sin ningún tipo de restricción. Cabe señalar que el cuarto aniversario de su donación renal fue el pasado mes de junio. Como no tenía ningún problema relacionado con su primer “regalo de vida”, se comenzó a preguntar si podría darle otro a alguien más.

De esta forma, Lechette ahora se dispuso a aprender sobre la insuficiencia hepática. En ella, las personas que la padecen solo tienen una oportunidad limitada para recibir un trasplante, y muchas veces se enferman demasiado como para recibirlo o no consiguen un nuevo hígado a tiempo. “Convencer a mi esposa, familia y amigos de que debería convertirme en donante vivo fue un poco más difícil la segunda vez”, comentó Lechette. “Estoy agradecido por su amor y apoyo incondicionales”.

Después del proceso de evaluación, las pruebas y las entrevistas de rutina con el Centro Médico de la Universidad de Pittsburg, el policía donó el 60 por ciento de su hígado a una mujer en marzo del 2019. “Pude conocerla casi una semana después de la cirugía y me dijo que le había dado otra oportunidad de vivir; también que había estado en lista de espera para un trasplante de hígado durante mucho tiempo”.

La cirugía de donación hepática fue marcadamente distinta a la donación renal, refirió Lechette. La donación de riñón implicó un procedimiento laparoscópico. La de hígado, sin embargo, requirió una gran incisión y un tiempo de recuperación mucho más largo.

“He sido muy afortunado de donar no una vez, sino dos veces”, resaltó. “Afortunadamente, no he tenido complicaciones y continuaré viviendo una vida normal y saludable. Si convertirse en un donante vivo es algo que realmente quieres hacer, ¡adelante! Ya sea que dones sangre, te registres como donante de órganos, te unas al registro de médula ósea o te conviertas en donante vivo, ¡podrás salvar la vida de alguien!”

Fuente: Fox 46