Ene 16, 2019 | 12:00 PM
Mientras la mayoría de las personas pasan sus veinte años navegando por las primeras etapas de la edad adulta, Megan McLoughlin, una mujer originaria de Barossa Valley (Australia), alguna vez temió no llegar a su tercera década de vida.
Nacida con un riñón, Megan fue diagnosticada con diabetes juvenil a la edad de ocho años, y mientras crecía, tuvo que viajar largas distancias para sus citas médicas, lo que implicó grandes desafíos para ella y su familia.
Asimismo, sufrió complicaciones mayores durante una cirugía ocular, quedando legalmente ciega. En 2010, cuando tenía 29 años, desarrolló insuficiencia renal aguda, por lo que su único riñón comenzó a fallar y los médicos le dieron solo tres semanas de vida.
En la búsqueda de un doble trasplante de riñón y páncreas que la salvara, Megan se estaba preparando para el final y, con tristeza y resignación, comenzó a planificar su propio funeral.
Sin embargo, Megan recibió una segunda oportunidad de vida gracias a la donación de órganos. Ahora, casi una década después, la también esposa y madre de dos pequeños ha cumplido su misión de ayudar a las familias de donantes de órganos y a receptores de trasplantes.
Para ello, estableció la organización Herd of Hope en 2016, la cual promueve la donación de órganos junto con la necesidad de mayor apoyo y servicios, tanto para para los receptores de trasplantes como para las familias de donantes en las diversas regiones de Australia.
Los esfuerzos de Megan la llevaron a ser nombrada como heroína local de Australia del Sur del 2019, y este mes viajará a Canberra junto con otros tres ganadores regionales para competir por el premio nacional.
Su trabajo caritativo y de crear conciencia respecto a la donación de órganos no solo ha inspirado a muchos, sino que además le ha traído mucha vibra positiva en medio de otros contratiempos de salud que ha sufrido, incluidos dos diagnósticos de cáncer.
“No estoy diciendo que no haya momentos en que nos deprimamos y pensemos que la vida es realmente difícil, pero siempre encontrarás una manera de salir adelante”, afirma Megan. “Hay algo positivo cada mañana cuando sale el sol. El día es tuyo”.
De acuerdo con DonateLife, más de 1400 australianos están a la espera de un trasplante de órgano, que puede incluir pulmones, corazón, riñón, hígado y páncreas, así como de tejidos, huesos y piel.
Los australianos pueden declarar su intención de ser donantes de órganos en su licencia de conducir; sin embargo, cuando muere una persona, su familia todavía tiene la última palabra.
Herd of Hope señala que en 2017, solo el 44% de las familias que desconocían la intención de su ser querido de ser donador de órganos confirmó sus deseos.
Por ello, Annie Allert, amiga de Megan y ejecutiva de Herd of Hope, hizo un llamado a todos los australianos para que hablen con sus familiares sobre sus intenciones de donar órganos, ya que si les sucede algo, será más fácil tomar una decisión.
Fuente: Brand South Australia News
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