Noticias

Melissa Thielen era el tipo de persona con la que sus amigos y familiares podían contar para cualquier cosa. Por ello, incluso en la muerte, su espíritu generoso se mantendrá en las docenas de vidas que salvó y mejoró como donante de órganos.

Como muchas familias en Estados Unidos, la madre de 37 años pasó el domingo después del Día de Acción de Gracias escogiendo un árbol de Navidad junto con su esposo Joe y su hija de 10 años Avery, en Illinois.

“Fue el día perfecto”, recordó su cuñada Sarah DeLoncker. Pero horas más tarde, la ávida corredora estaba jadeando por no poder respirar. Un aneurisma no detectado se había roto en su cerebro.

Su esposo llamó al 911, pero el daño cerebral fue demasiado severo para recuperarse. Melissa falleció al día siguiente en el Hospital General Luterano.

“Ella era la mujer más increíble, cariñosa y hermosa que he conocido”, dijo DeLoncker en entrevista. “Solo desearía haber tenido la oportunidad de decir adiós”.

Aunque la familia de Melissa lucha por hacerle frente a su muerte inesperada, tanto su esposo como su hija se sienten tranquilos al saber que siete de sus órganos fueron donados a cinco personas que esperaban un trasplante. Su tejido también ayudará a mejorar docenas de otras vidas, según la Red de Donantes de Órganos y Tejidos de Gift of Hope.

DeLoncker mencionó que no se sorprendió al saber que su cuñada era una donante de órganos. Melissa incluso había compartido un video en su página de Facebook sobre el acto de “regalar vida” menos de un mes antes de su muerte.

Ahora, la familia de Thielen espera que compartir su historia aumente la conciencia sobre los aneurismas cerebrales, y que inspire a otros a registrarse como donantes de órganos.

Fuente: ABC 30 – Action News