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Patrick Pruitt era solo un niño cuando su visión comenzó a volverse borrosa.

“La vista es algo que tendemos a dar por sentado hasta que desaparece […] Perderla y luego recuperarla realmente te pone en perspectiva de lo poderosa que es en nuestras vidas”, comentó el ahora hombre de 34 años.

Siendo un pequeño inquieto de tan solo 5 años de edad, Patrick desarrolló una enfermedad ocular que le quitó la vista.

“Un año después, cuando tenía seis años, gracias a una familia que tomó la decisión de donar, pude recibir un trasplante de córnea y, de esa forma, volví a ver”, expresó.

Actualmente, Patrick está trabajando en su doctorado, y todos los días dice sentirse agradecido por el don de la vista que le fue regresado por una familia anónima, quienes tras perder a un niño decidieron donar sus órganos, incluidas sus córneas.

“Es una familia que llevo conmigo. Son mis héroes y cambiaron mi vida, y estoy agradecido más allá de las palabras con esas personas”, subrayó.

“Solo en Michigan, alrededor de 1,200 personas al año recuperan la vista a través de un trasplante de córnea”, mencionó Diana Kern, vocera de Eversight, el banco de donación de ojos de Ann Arbor que presta servicios a todo Michigan y más allá de las fronteras de Estados Unidos.

“Las córneas, que son solo la lente del ojo, son el tejido número uno que se puede usar”, apuntó Kern. “Y la mayoría de las personas no se dan cuenta de eso. Cualquier persona en el estado de Michigan que necesite un trasplante lo recibirá, ya no hay una lista de espera”.

Finalmente, Patrick enfatizó: “Las personas que pueden ver tienen el poder de dar el mismo regalo y cambiar la vida de alguien de la misma manera que mi vida cambió”.

Fuente: Fox 2 Detroit