Ago 13, 2024 | 11:05 AM
Fuente: Tecnológico de Monterrey
En agosto de 2021, Sergio Malacón llegó al Hospital San José, de TecSalud, en Monterrey, con una infección severa por Covid-19. Tenía 21 años y era estudiante de séptimo semestre de la Licenciatura en Relaciones Internacionales. Cuando llegó, no sabía que pasaría casi tres años hospitalizado y se convertiría en uno de los pocos pacientes en México en recibir un doble trasplante de pulmón.
Cinco meses después de la cirugía, a finales de mayo de 2024, Sergio regresó a casa con su familia. “Son muchas emociones, me siento nervioso. Pero, al mismo tiempo, estoy muy feliz de ponerle fin a esta etapa, después de todo el esfuerzo que hice en los últimos años”.
Para Sergio, el Hospital Zambrano Hellion −al que fue transferido en julio de 2022− se convirtió en una especie de hogar en donde había un equipo de especialistas listos para atender cualquier emergencia.
El haber regresado a casa con pulmones nuevos representó un logro difícil de expresar, pues involucró a decenas de personas, incluyendo médicos, cirujanos, enfermeros, especialistas, un donador de órganos, donadores de sangre, dos padres comprometidos, así como conocidos y desconocidos que recaudaron dinero o difundieron su caso.
“Si estoy aquí es gracias a ustedes y no podré terminar de agradecerles que me hayan apoyado”, dice.
En julio de 2021, antes de ser internado, Sergio se contagió de Covid-19. En ese momento, las vacunas ya habían llegado al país, pero su turno para recibirla no había llegado.
Con el paso de los días, sus papás notaron que no mejoraba y decidieron llevarlo a urgencias del Hospital San José, donde, al poco tiempo de ser ingresado, tuvo un paro respiratorio.
“Ves a un chico de 20 años y entonces tratas de cuidarlo”, dice Brenda Hernández, médica cirujana especialista en medicina intensiva de TecSalud, quien fue la primera en tratarlo.
En terapia intensiva, lo mantuvieron con vida hasta que pudo ser transferido al Hospital Christus Muguerza Alta Especialidad donde fue colocado en oxigenación por membrana extracorpórea o ECMO, por sus siglas en inglés.
“Es una terapia que permite suplir las funciones del pulmón o del corazón cuando el paciente no puede sobrevivir con los tratamientos convencionales, como medicamentos o un ventilador”, explica René Gómez, director del programa de ECMO y Terapias Avanzadas de Soporte Cardiopulmonar de TecSalud.
En la mayoría de los casos, se utiliza como un puente para darle un respiro al órgano dañado y permitir que se recupere o mientras se espera un trasplante.
Ya en el Christus Muguerza, los médicos lo despertaron y lo colocaron en ECMO para suplir la función de su pulmón derecho, el cual había sufrido más daño.
Esto consiste en colocar cánulas en vasos sanguíneos que van de estos órganos al corazón. Por uno de los tubos se extrae la sangre con una bomba y se envía hacia una membrana que funciona como un pulmón artificial que la oxigena y limpia de dióxido de carbono. Después, a través de otra cánula, regresa a la circulación.
Con dos incisiones en la piel, una en el cuello y otra en la ingle, se colocan las cánulas y se conectan a un dispositivo eléctrico. A pesar de que los pacientes pueden estar despiertos y caminar cuando están en ECMO, no es una terapia simple.
“Más allá del aparato, el ECMO es todo un equipo multidisciplinario en el que están involucrados especialistas de muchas áreas”, dice el cirujano René Gómez. Se requiere del esfuerzo coordinado de expertos en ECMO, cuidados intensivos, cardiología, cirugía cardíaca y soporte cardiopulmonar.
Sergio estuvo poco más de cinco meses en ECMO y durante ese tiempo hubo varias complicaciones, pero para febrero de 2022 parecía haberse recuperado.
Después de quitarlo de ECMO, en julio de 2022 fue transferido al Hospital Zambrano Hellion y su rehabilitación iba avanzando, pero su caso se complicó de nuevo. “Volvió a requerir ventilación mecánica, aparecieron complicaciones y se puso muy, muy mal”, cuenta Gómez.
Tras un esfuerzo de recuperar la función de su pulmón con ventiladores y cuidados de terapia intensiva, lo pusieron en una segunda ronda de ECMO, en mayo de 2023. En esta ocasión permaneció más de siete meses en esta terapia.
“Ahí nos dimos cuenta de que ese pulmón ya no se iba a recuperar, entonces se pensó en la opción de un trasplante”, explica Gómez.
Cuando analizaron si el pulmón izquierdo podía recuperarse, se dieron cuenta de que también tenía daños severos, por lo que requeriría un trasplante de ambos pulmones.
El trasplante de pulmón es una de las cirugías más complejas pues la tasa de rechazo es alta. A nivel mundial se realizan alrededor de 7,000 al año, una cantidad muy menor si la comparamos con los trasplantes de riñón que ascienden a más de 92,000. La mayoría se hacen en países desarrollados como Canadá, Estados Unidos, España y Austria. En México, en 2024 se registraron apenas dos trasplantes de pulmón.
El trasplante bipulmonar es aún más complejo porque, además, hay que conseguir un donador con dos pulmones en estado óptimo.
El caso de Sergio no solo era complicado por eso, también por las infecciones que había tenido anteriormente y por llevar tanto tiempo en ECMO.
“Las posibilidades de que saliera adelante eran muy bajas, iba a ser una cirugía de alto riesgo”, dice el médico René Gómez.
El grupo de expertos que trataba a Sergio presentó su caso ante distintos hospitales especializados en trasplantes alrededor del mundo, pero fue rechazado por su complejidad.
Ante esto, el equipo decidió hacer historia con el primer trasplante bipulmonar de TecSalud. “Decidimos correr el riesgo y buscar que este joven de 20 años pudiera vivir”, dice Gómez.
Después de mucho papeleo y reuniones diarias con el equipo, el caso fue aceptado. Ahora solo faltaba esperar a que llegaran dos pulmones saludables de un donador compatible.
Para entonces, Sergio había estado hospitalizado más de dos años, pero estaba decidido a recuperarse. Hacía ejercicio, comía bien y seguía todas las indicaciones que le daban para estar en el mejor estado de salud posible.
“La primera vez que supe del trasplante sentí miedo, en gran parte porque no conocía en qué consistía la cirugía”, dice Sergio.
Finalmente, en diciembre de 2023, llegaron los órganos donados y, después de nueve horas de cirugía, sus pulmones fueron reemplazados.
Gracias al esfuerzo y la resiliencia de Sergio y al equipo que lo atendió, pudo volver a casa.
Desde ese momento inició la etapa de recuperación que consistirá en cuidados especiales para aumentar su expectativa de vida. “Después de un trasplante, el 50% de los pacientes van a manifestar alguna infección”, dice Diego Jaime, infectólogo y microbiólogo clínico que formó parte del equipo que atendió a Sergio.
Las infecciones no solo aumentan el riesgo de una complicación, sino que pueden desencadenar un evento de rechazo de los órganos trasplantados, por lo que es importante tomar precauciones.
Sin embargo, la historia de Sergio es una de esperanza en donde familiares, expertos, conocidos y desconocidos se unieron para darle una nueva oportunidad. Para él, es un recordatorio de la importancia de la cultura de donación de órganos.
Alrededor del mundo, miles de personas esperan la llegada de uno y no todos tienen la misma suerte. En México, en 2021 había 22,000 personas en lista de espera para recibir un órgano o tejido, de acuerdo con la Secretaría de Salud.
“Es muy importante hacer conciencia de lo que un trasplante puede significar para una persona”, dice Sergio. “Puede ser la diferencia entre la vida y la muerte, como lo fue para mí”.
Dale vida a muchas vidas