Nov 25, 2017 | 1:00 PM
Una madre canadiense que transporta a su hijo de tres años desde Moncton hasta Halifax tres veces a la semana ha cubierto su auto con calcomanías, alentando a otros a convertirse en donantes de órganos.
El hijo de Ashley Barnaby, Zaccari, nació con una rara enfermedad renal llamada síndrome nefrótico congénito. Pasó la mayor parte de sus tres años en la lista de trasplantes, esperando por un riñón.
“Te despiertas y es lo primero que piensas”, dijo Barnaby. “Mi teléfono suena y no reconozco el número, aguanto la respiración con la esperanza de escuchar al doctor del otro lado diciendo que encontramos un riñón”.
La casa de la familia está en la ciudad de Moncton. Barnaby tiene otro hijo que asiste a la escuela ahí, y la familia no puede permitirse vivir en dos lugares. Por ello, debe empacar los lunes, miércoles y viernes hacer el recorrido de 260 kilómetros con Zac hasta el Centro de Salud IWK para que le hagan diálisis.
“Sabía que íbamos a hacer este viaje. Quería seguir adelante y tratar de hacer algo. Supongo que agregó un propósito adicional a nuestros viajes”, comentó Barnaby. “Así que obtuve una calcomanía de lujo para nuestro coche que decía ‘sé el héroe de alguien, sé un donante de órganos'”.
La familia hacía la diálisis en su hogar, pero una infección rara hizo que Zac tuviera que concretar sus tratamientos en IWK. La máquina de diálisis es solo para humanos pequeños, y el centro IWK fue el hospital más cercano donde hubo una para Zac.
La espera de un riñón puede ser larga, especialmente para los niños.
“Es realmente importante que incluyamos a la población pediátrica cuando hablamos de la donación de órganos, porque tenemos muchas personas pequeñas que están esperando órganos pequeños que se alojen en cuerpos pequeños”, refirió la doctora Kristina Krmpotic, quien trabaja en dicho centro de salud.
Por lo anterior, la médico alienta a todos a registrarse como donantes de órganos.
“Cada vez más niños sobreviven con enfermedades crónicas”, apuntó Krmpotic. “Como resultado, pasan a necesitar trasplantes de órganos para su supervivencia y mejorar su calidad de vida. Desafortunadamente, nuestro grupo de donantes actual en todo Canadá no es suficiente para satisfacer la demanda”.
La espera continúa para Zac y su familia.
“Simplemente quiere una vida normal”, afirmó Barnaby. “Quiere experimentar la infancia como todos los demás. Todavía no ha tenido esa oportunidad y esperamos que un riñón le dé esa segunda oportunidad “.
Mientras tanto, la madre y el menor seguirán haciendo el recorrido tres veces por semana hasta que alguien se convierta en el héroe por la vida de Zaccari.
Fuente: CTV News Atlantic
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