Noticias

La cultura de la donación de órganos en Querétaro ha mostrado avances sustanciales en los últimos años, pero todavía enfrenta el desafío de la negativa familiar de cumplir con la voluntad de quienes desean donar.

Rosario Hernández Vargas, directora del Centro Estatal de Trasplantes de dicha entidad, dijo que cuando hay un posible donante de órganos, se le hace una entrevista a la familia. De estas familias, alrededor del 70 por ciento acepta, y el 30 por ciento restante le dice no a la solicitud.

Señaló que en San Juan del Río, por ejemplo, ha aumentado la aceptación de la donación orgánica en un 50 por ciento, pues hace dos años, el 100 por ciento de los entrevistados se negó a donar los órganos de sus seres queridos.

Destacó que otro aspecto que afecta a la donación son los mitos existentes, por lo que invitó a la ciudadanía a informarse sobre el tema y a discutirlo con sus familiares.

“Lo qué nos afecta mucho es que los mitos que se comunican socialmente no son reales […] Un trasplante es muy complicado, debe haber compatibilidad y el riñón fuera del cuerpo humano dura ocho horas”, detalló.

La funcionaria resaltó que durante 2018, Querétaro ocupó el segundo lugar a nivel nacional respecto al número de donadores de órganos por millón de habitantes; mientras que, por cantidad de trasplantes, el estado se ubica entre el quinto y el sexto lugar nacional.

Agregó que los principales órganos y tejidos que se demandan son el riñón, el hígado, el corazón y las córneas. También mencionó que la lista de espera para trasplante renal en el Hospital General de Querétaro es de 43 personas, y que en el caso de córneas, la lista de espera es cero.

“El rey de la donación y trasplantes siempre ha sido el riñón, de las 23 mil personas que están en lista de espera a nivel nacional, 17 mil son de riñón […] lo ocasionan la diabetes, la hipertensión y la obesidad; en un 85 por ciento, estas enfermedades ocasionan la necesidad de un riñón”, enfatizó.

Finalmente, reconoció que en los pacientes que requieren un regalo de vida hay un gran desgaste económico, pues en el caso de los trasplantes de riñón, los tratamientos alternativos que hay son diálisis y hemodiálisis, que son muy costosos para los pacientes y les brindan muy poca esperanza de vida, mientras que el trasplante les permite regresar a su vida normal.

Fuente: Códice Informativo