May 07, 2019 | 10:00 AM
Rayna Kamon, una niña de 10 años originaria de Satellite Beach, Florida, tenía solo 2 meses cuando sus padres, ambos profesionales médicos, se dieron cuenta de que algo estaba mal con su pequeña.
Después de una serie de pruebas, la bebé fue diagnosticada con atresia biliar, una enfermedad rara que afecta el drenaje de la bilis desde el hígado en los bebés.
Esto llevó a que se le practicara una cirugía para reparar la enfermedad, la cual no tuvo éxito. Cinco meses después del diagnóstico, Rayna fue incluida en la lista de espera para trasplante de hígado. Dada su edad y tamaño, el grupo de posibles donantes era muy reducido.
“Tanto su padre como yo trabajamos con agencias de obtención de órganos en nuestras carreras antes de tener a Rayna, y siempre supimos lo especial que era la donación de órganos”, comentó Corrine Kamon, madre de Rayna. “Pero estar del lado del receptor nos abrió los ojos”.
Tan solo 11 días después de haber sido colocada en la lista de espera, la familia recibió la ansiada noticia de un posible donante que podría ser compatible. Rayna, en ese momento de siete meses de edad, fue operada menos de 24 horas después en el Jackson Memorial Hospital de Miami.
“Nos alegramos de que ella tuviera una oportunidad de vivir, pero también me sentía triste y angustiada por saber que otro niño se había ido y que su familia estaba pasando por un momento difícil”, dijo Corrine Kamon. “Siempre estaremos endeudados por el regalo de vida que nos dieron”.
Hoy en día, Rayna es una niña saludable de 10 años de edad, sin signos evidentes de haber recibido un trasplante a tan temprana edad. Ella habla de la cirugía con naturalidad y de su creencia de que la donación de órganos es la elección correcta.
“Es tan fácil registrarse como donante de órganos”, subrayó Rayna.
La privacidad del donante se respeta en los casos de trasplante, por lo que es común que los receptores nunca conozcan la identidad de sus benefactores.
“Sabemos que el hígado de Rayna provino de un niño de 2 años en Georgia. Busqué noticias nuevas de esa época, pero no he podido averiguar de forma definitiva quién era su donante”, agregó Corrine.
Cada año, en el aniversario del trasplante de Rayna, ella y sus seres queridos celebran el “día del hígado” y se dan un tiempo para agradecer a la familia del donante.
“Trato de pensar en ese niño y su familia”, indicó Rayna. “Quiero que sepan lo agradecida que estoy de su regalo de vida”.
Fuente: Florida Today
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